Entradas

Imagen
# HEVUELTO Santiago Casillas Jimenez Madurar no tiene absolutamente nada que ver con la edad, sino más bien con las circunstancias que nos ha tocado vivir y la forma en cómo decidimos enfrentarlas, en cómo aplicamos esas lecciones. Indudablemente, unos maduramos o nos desarrollamos emocionalmente más rápido que otros, incluso, podemos madurar en ciertos aspectos de nuestra personalidad, pero en otras no. Por mi parte, hay situaciones o circunstancias en las que sigo siendo bastante infantil, pero me gusta, porque sé que dentro de mí vive todavía un niño interior al que le gusta reírse y disfrutar de las cosas más sencillas de la vida al máximo, que todavía se sorprende haciendo locuras y se pregunta “¿Yo hice eso?. Pero sobre todo, me gusta que esté allí porque me recuerda la forma en que solía enfrentarme a las caídas cuando era pequeño, que aunque me hiciera daño y me doliera, lloraba un poco y volvía a levantarme de nuevo, y volvía a intentarlo sin lamentarme ni